Soy Mi Fan

Está claro que desde que comenzó todo este fenómeno/moda de las redes sociales, surgieron nuevas interacciones y comportamientos sociales. Algunos se podría decir aceptables, otros extremadamente odiosos.
Tiempo atrás, cuando la que escribe sabía ser una consagrada (?) DJ de la escena electrónica nacional, publiqué una reflexión en mi abandonado MySpace, donde puteaba por las múltiples invitaciones que recibía para votar por tal o cual DJ en algún TOP 100 Chart de equis página pedorra. Objetivo del voto: figurar. Una mega truchada. Hoy en día puteo por algo parecido. No dejan de llegarme invitaciones a ser fan de DJ Pindonga o Banda Cadorcha. Obviamente dichas invitaciones son emitidas por el/la DJ/grupo en cuestión. Ahora me pregunto, ¿qué valor tiene hacerte fan de alguien porque esa persona te lo pide? ¿Es real tener 50 fans de los cuales 35 son amigos tuyos a los que les inflaste las pelotas? ¡Detesto el autobombo! ¿Dónde quedó la humildad? ¿No está mucho más bueno sentirse orgulloso de algún logro cuando el reconocimiento es genuino y nace del otro? Está cuestión me molesta tanto pero tanto que rechazo invitaciones aún cuando el fanatismo es por alguien que me gusta. Grrrrrrrr...